Para Luis de León, quien es el líder de la Fuerza Boschista y aspira a secretario general del PLD, la juramentación del presidente Abinader en el Teatro Nacional expone al país a la crítica internacional, ya que constituye “un acontecimiento de degradación democrática que ofende y manipula al poder congresional, y desluce la conmemoración del 161 aniversario de la Restauración de la República”.
En documento de prensa dice que, de esa manera, el presidente del Poder Ejecutivo “le pasa por encima al Poder congresional, al conminar a los legisladores a que realicen el acto oficial solemne, emblemático, patriótico, sagrado y divino en el Teatro Nacional, escenario de espectáculos líricos, culturales y artísticos”.
“Nunca en la historia democrática de la República Dominicana, salvo excepción de la Revolución de Abril de 1965, se había observado la juramentación de un presidente fuera del marco congresional, que es el espacio natural y legítimo donde el primer mandatario jura cumplir y hacer cumplir la carta magna o Constitución de la República”, afirma.
En un documento de prensa, asimismo, recuerda que el presidente del Senado, como presidente de la Asamblea Nacional y representante del pueblo y de todos los congresistas, es quien toma el juramento del jefe del Estado, y lo hace en el gran salón que reúne a todos los legisladores, precisamente en el poder del Estado llamado Congreso Nacional.
De León considera que los legisladores son corresponsables y “cómplices” de esa “trastada”, prestándose a violar entre todos la tradición democrática dominicana, lo que constituye un “acto de lesa patria” que incluye también a los legisdores de oposición que “no sometieron una propuesta de resolución para condenar esa indelicadeza”.
“El Congreso Nacional, ubicado en el Centro de los Héroes, es el lugar por excelencia para que el ciudadano presidente se comprometa ante Dios y el pueblo a gobernar conforme a la Constitución de la República. Por tanto, esa decisión de trasladar el acto de juramentación para un nuevo cuatrenio presidencial al Teatro Nacional establece un mal precedente que repercute en la calidad de la democracia y el futuro inmediato del quehacer institucional, político y social del país”, aseguró.
De León, alto dirigente del PLD y exaspirante presidencial, sostuvo que los tres poderes del Estado “deben respetarse recíprocamente y ninguno debe ser sustituido por otro, y tampoco se debe manipular ni atentar contra la institucionalidad y solemnidad de otro poder del Estado, como es el caso del Ejecutivo en desmedro del Poder congresional”.