El profesor Luis de León, alto dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y líder de la Fuerza Boschista, estima que si la oposición política no se unifica y hace su trabajo con firmeza, el Gobierno actual se perpetraría en el poder y seguiría “machacando a la nación en perjuicio de los intereses de la patria, comprometiendo cada vez más la soberanía del país”.
El veterano dirigente advierte que si las cosas siguen como van, con “el Gobierno avasallando al pueblo y la oposición francamente dividida”, en el país podría surgir una opción política improvisada que entierre el sistema de partidos políticos y conduzca al país al derrumbe nacional, “lo cual sería una gran catástrofe para la democracia y la Constitución dominicana”.
“Si la oposición política y social no se une y activa, surgirán engendros sociales de las entrañas del pueblo, que asumirán el control del Gobierno de manera improvisada. Los partidos políticos de oposición deben unirse y enfocarse en lo que realmente importa, o el pueblo tomará justicia por sus propias manos, como lo hizo la clase media con la pasada reforma fiscal, derribando al presidente Luis Abinader y su equipo económico”, dijo.
“La consigna del Gobierno, parece ser: “Mientras la oposición esté dividida, habrá gobierno por mucho tiempo”. Naturalmente, el Gobierno no realiza su trabajo especial para mantener dividida a la oposición dominicana”, añadió.
De León, exaspirante presidencial y miembro del Comité Central del PLD, observa que hay “una situación social que plantea serias amenazas que sugieren anarquizar la gobernabilidad, la soberanía y la Constitución dominicana”, tal y como está pasando en otros países del mundo.
“La tendencia mundial atenta contra la imposición del sistema democrático, el neoliberalismo, el neorracismo y el modelo oligárquico de élites económicas financieras fundamentalistas. De ahí los nuevos modelos de presidentes como Donald Trump en Estados Unidos y Javier Milei en Argentina, entre otros, y la nueva ola de políticos outsider, que buscan sustituir el modelo político democrático socialista”, apunta.
En sus serenas reflexiones, expuestas en un documento, Luis de León observa que “los sistemas políticos, culturales y sociales del mundo se van complicando y que esa situación podría llegar a afectar la situación dominicana, ya que el país no escapa a lo que sucede en el resto del planeta”.
“El papa Francisco, refiriéndose a los candidatos de las pasadas elecciones de Estados Unidos, manifestó que “ninguno de los dos servía” y dijo que había que votar por el menos malo; lo expresó siguiendo el sendero del papa Juan Pablo II, quien sentenciaba reiteradamente que ‘el neoliberalismo es salvaje y criminal’.”
“Nuestro país no escapa a la ola mundial de retroceso político, en donde se pone en marcha la injusticia, la inequidad, el deshumanismo cultural y de valores, que trata de llevarse consigo la Revolución Francesa, la Revolución socialista y la revolución ética, moral y de soberanía e independencia de Duarte, Hostos, Martí, Bolívar, Fidel, Chávez y Jesucristo”.
De León explica que aspiró a la Secretaría General del PLD en este momento crucial para la vida del partido y para servir al pueblo, con “el propósito de rescatar y fortalecer el boschismo de cara al 2028, en la dirección de motorizar todo un movimiento unitario popular y social dominicano en defensa de la democracia y la soberanía, desde la cultura del político ético, moral y valiente de nuestro maestro Juan Bosch“.
Subraya que la Fuerza Bochista tiene 26 años de actividad política y patriótica, promoviendo los valores éticos, morales y humanistas, con “el propósito fiel de fomentar la unidad político-partidaria y la unidad nacional”
“Desde la Fuerza Bochista, y desde la fundación del PLD en diciembre de 1973, al conocer las ideas progresistas, patrióticas, revolucionarias y de valores del Prof. Juan Bosch, nos comprometemos a seguir y profundizar su pensamiento y su acción. Así buscamos crear un modelo de oposición que, junto al pueblo, desplace al Gobierno, no a los presidentes, autoridades campeonas del retroceso económico, social e institucional que vive la nación”, concluyó.