No conozco a Díaz Rúa. Sólo lo he visto en la prensa radial y escrita. Siempre he creído que cada quien es dueño y responsables de sus actos. Si el señor Díaz Rúa, entiende, y sabe que delinquió, pues sencillo: solo debe admitir y decir que sí. En cuanto a los señores Julio Peguero y Luis Espín que me acaban de anteceder con su opinión; creo, que un simple y sencillo consejo le seria de mucha utilidad: «del Árbol caído no se hace leña». Pídanle a Dios que no son ustedes ni familiares de ustedes que están metidos en ese lió. ¿Entendieron?